Thursday, April 29, 2010

Tus gustos te hacen especial.

En gustos se rompen géneros.

Quién no ha estado en una tienda de telas de fábrica alguna vez? – Se puede ver la diferencia de una tela a otra por su textura, su material y diseño. La clase de tela que sea está diseñada por categorías según los expertos en la materia. Cada tela muestra su calidad, y generalmente por sus colores o diseños, se conoce para que clase de uso está designado.

Cuando ese material de hilo tejido viene de la fábrica, sale por grupos o clases finamente enrolladas. Antiguamente, a esos rollos se les llamada géneros. Obviamente tiene que ver con el tejido que el comprador anda buscando. No importa la cantidad que se necesite para el uso que le demos al tejido. No importa el precio que se tenga que pagar. Sabemos la importancia que tiene, y por eso invertimos lo que cueste en aquello que se ajusta a nuestros gustos.

Este dicho tiene que ver con esa verdad. Todos somos diferentes, y lo demostramos por medio de nuestros gustos y caprichos. Por lo general encontramos un contraste entre dos personas que caminan juntos. Otros que se frecuentan o se llevan bien mutuamente, también tienen discrepancias. En mas de alguna cosa que tengamos que escoger se muestra la disparidad. Esto es debido a los gustos y modos que personalmente cada uno de nosotros tenemos. Imagínese que todo fuera verde, no habría que escoger. Pensemos en los sabores, cada quien tiene su propia sensibilidad hasta para lo que quiere degustar. Los olores, las formas de las cosas, la ocupación del tiempo. Los lugares que visitamos, y hasta las cosas en que pensamos. No hay igualdad, ni parecido entre dos personas, aunque fueran idénticas físicamente.

Lo bonito o lo feo es relativo. La belleza y la inclinación a las cosas que nos gustan, se debe a la manera en que vemos las cosas. Otro dicho popular, dice: “Todo depende del cristal con que se mire.” El punto no es mostrar contrastes o desacuerdos, sino de ver lo distinto que somos unos de otros. Dios nos hizo así, y la vida nos enseña de diferente manera. Cada uno al final quiere buscar su propia conformidad y estar a gusto consigo mismo.

Se habla mucho de la incompatibilidad en el matrimonio. Claro que existe una gran diferencia de uno y otro. Aunque se haya vivido muchos años juntos, a pesar del tiempo, se siguen mostrando las divergencias y desavenencias entre las parejas. Lo bonito de todos esto es que, aprendemos a vivir junto a un ser que es distinto a nosotros, y a compartir mutuamente lo que cada uno tiene como distinción. Puede ser el temperamento, el carácter, la expresividad, la espontaneidad, etc. Eso es lo que nos hace crecer y madurar. Además, aprendemos algo que es exclusividad, genialidad, y singularidad del ser que amamos.

La Biblia nos enseña los siguiente: “Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.” Romanos 8:4-8.

Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles.” 2 Timoteo 2:20.

El asunto está en reconocer que dones tenemos, que clase de vaso somos y el uso que Dios denotó en nosotros. Reconozcamos que somos distintos a los demás y únicos a la vez, porque Dios así designó que fuéramos. No nos avergoncemos de algunas cosas que son parte intrínseca de nuestra vida, con excepción de aquello que está fuera de lugar y nos trae conflictos con los demás. Escoge el género que sabes que te gusta y por el cual fuiste llamado a escoger.

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