Sunday, February 18, 2018
MIS CUARENTA AÑOS
Wednesday, May 17, 2017
CUIDADO Y PROTECCIÓN PATERNAL
Sunday, December 21, 2014
COMO TE VES ME VI, Y COMO ME VES TE VERAS
Monday, February 6, 2012
Memorias del 4 de Febrero de 1976
Vivía en la zona 10, en la propiedad de una familia muy adinerada. Mi padre era el encargado de cuidar las construcciones de esa familia, y ellos le habían dado una casa con terraza de concreto para vivir. El día 3 de Febrero del año 1976, mi madre había llegado a visitarnos (Ella vivía en Villa Nueva, Guatemala, en la casa de su propiedad), y fue justo esa misma noche, que mi hermano mayor llegó borracho de varias semanas de estar tomando. Su cuerpo temblaba sin control, y estaba cansado y buscando refugio en la familia. Mi madre le arregló una cama (un catre de aluminio), y lo acostó para que descansara. Fui por una botella de alcohol a la cantina de la esquina, y mi madre le preparó una bebida; según me explicó ella, eso le serviría para que se le pasara la borrachera. Mi hermano aún durmiendo temblaba, y la frágil cama de metal se movía haciendo un ruido constante.
Al despertar al día siguiente tomé el autobús (la camioneta), para salir rumbo a mi trabajo. Cuando me senté en la ventana, iba preocupado porque sentía que iba a llegar a tarde a la compañía donde laboraba. El bus siguió su ruta, y empecé a ver por la ventana casas derrumbadas, personas que estaban limpiando escombros, y grupos de vecinos hablando entre ellos. Se veía destrucción por todos lados. Y casi todos los que íbamos en el autobús urbano empezamos a reaccionar con asombro. Muchos como yo, no se imaginaban la tragedia tan grande que había sucedido. Seguía viendo por la ventana, y veía personas que todavía estaban en ropa de dormir. Muchos estaban llorando, y se les podía ver el dolor y la tristeza en sus rostros.
Friday, September 24, 2010
Resistencia y persistencia
El fin de una enfermedad contaminante
“Muerto el perro, se acabó la rabia.”
La rabia es una enfermedad aguda e infecciosa, es viral, y proviene del sistema nervioso central. Es un virus que está en todo el planeta y ataca a todos los mamíferos domésticos y salvajes, esto también incluye al ser humano. Ese virus se encuentra en la saliva y en las secreciones de los animales ya infectados. De hecho, es tan peligroso, que un animal infectado que ataque al ser humano, en el lugar del cuerpo donde le cause una lesión o mordedura, le puede transmitir esa enfermedad. Los llamados vectores, son animales que comúnmente conocemos, tales como: Perros, gatos, lobos, zorros, mapaches. murciélagos y otros mas. Si a una persona infectada no se le trata de inmediato con medicamentos, el virus acaba provocándole la muerte inevitablemente. Se dice que los síntomas de la enfermedad pueden tardar de tres meses, hasta un año para manifestarse.
El perro es uno de los animales mas comunes que hemos visto infectado con ese virus y padeciendo la enfermedad de la rabia. Su comportamiento es extraño y peligroso. Muchos han tenido que sacrificarlos, porque el animal ya no tiene esperanza de vivir, y porque es una amenaza para cualquiera que esté a su alrededor. El perro infectado es causa de inseguridad a sus dueños, y mantiene en alerta a todos los que conocen el estado del animal enfermo. Un perro es un vector de contaminación de tal enfermedad.
El dicho que me ocupa, se refiere a un perro contaminado por la rabia. La aplicación del dicho es parcial, porque el perro cuando muere deja de preocuparnos. Sin embargo, queramos o no, el virus de la rabia continua en el ambiente. Este dicho se aplica a las situaciones donde un mal especifico alrededor nuestro se mantiene con amenazas de contagio, y nuestra vida se arriesga a un constante peligro de contaminación. Así como la enfermedad de la rabia es tan evidente por sus manifestaciones en el animal enfermo; así es aquello que sabemos que contamina y está en el ambiente. Además, sabemos que debe desaparecer al morir.
Veámoslo de esta manera, hay muchos vectores que llevan muchos males infecciosos y atacan la vida de cualquiera expuesto a ese ambiente. Si alguno ya está contaminado y mira la manifestación del mal dentro de sí mismo, tiene que buscar su propia sanidad y cura. Con todo ello, estamos en riesgo de contaminar a otros. Hablar de esto es atemorizante, por esa razón, hay que usar de prudencia en todo aquello que tenemos alrededor y evitar ser contaminados por cualquier asunto de índole espiritual. Si ya sufrimos el daño de la contaminación; eso significa que, necesitamos la intervención de medicinas recetadas adecuadamente por un doctor. Y que las medicinas aplicadas a tiempo pueden traer sanidad y la desaparición de dicho virus interior. Antes de llegar a una decisión extrema; como la de sacrificar la vida misma, debemos atacar el mal que nos contamina hasta acabar con él. No se trata de morir cada vez que nos sentimos atacados por una de esas situaciones negativas. Se trata de evitar seguir con el mal por dentro, y no tener las manifestaciones de la enfermedad, cualquiera que esta sea.
El pecado es una contaminación del mal de desobediencia engendrado por nuestro primeros padres. Es una enfermedad congénita, que pasa de generación, tras generación. Cada uno se convierte en vector de ese mal espiritual a sus propios descendientes. El pecado nos lleva a la muerte, y no tiene cura; desde el punto de vista humano. Por eso la Biblia dice: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 6:23. Sin embargo, la cura de esa enfermedad es por Jesucristo en su obediencia, y a través de su propia carne y sangre; éste es el punto de vista de Dios. Jesucristo fue la paga, y solo El provee de la cura para la enfermedad del pecado a través de su sacrificio, La Biblia dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” 2 Corintios 5:21.
Seamos prácticos. Veamos todo aquello que se parece a la rabia (como un símbolo de pecado); y que, de manera lenta, pero certera; nos empieza a quitar la vida, la salud, la felicidad, el cariño de los seres queridos, las buenas amistades, etc. Los seres humanos tenemos muchas situaciones peligrosas y dañinas alrededor. Por ejemplo: La ignorancia, el miedo, el rencor o resentimiento, el chisme, la envidia, y cualquier cosa semejante a éstas; ellas pueden ocupar el lugar de un virus similar al de la rabia. Hay muchos asuntos que son invisibles, llamados: “Enfermedades espirituales.” Conocidas también, como: “Enfermedades del alma.” De todos es conocido, que estos asuntos llevan a cualquier persona a la perdida de sus fuerzas, y sus energías. Muchas veces las personas son alcanzadas por enfermedades que no tienen una explicación médica o científica. Males que avanzan tan rápido y arrebatan la vida, y llevan a cualquiera a la tumba. La Biblia dice: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” 2 Corintios 7:1.
La medicina espiritual es la que ofrece el que atacó el virus con su propia muerte. La profecía Bíblica dice: “De la mano del Seol los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh Seol; la compasión será escondida de mi vista.” Oseas 13:14. El antídoto para la enfermedad del pecado, es el pecado mismo. Y un humano, sin haber fallado, lo llevó por amor a nosotros para salvarnos.
Sunday, August 22, 2010
¡Cuida tus sentidos!
“Ojos que no ven, corazón que no siente.”
Todo lo que llega a nuestra mente y a los sentimientos de nuestro corazón, viene de afuera. Todos sabemos de los cinco sentidos, que son: La vista, el oído, el gusto, el tacto y el olfato. A propósito, la sospecha, no es un sexto sentido. Así que, las influencias que nos motivan interiormente vienen exteriormente a través de los sentidos. Y todo aquello que podemos permitir a través de estos cinco sentidos que ya mencioné, son los que traerán el fluir de corrientes que nos influenciarán todo el tiempo. Esos recursos de sensibilidad al alma tan importantes en la vida de todo ser humano, son los canales para percibir lo de fuera del cuerpo por medio del ambiente que nos rodea. Los sentidos son capacidades tan susceptibles, vulnerables, vitales y necesarios para desarrollarnos en nuestro medio ambiente. Sin embargo, no todo lo que pasa por esos conductos, son beneficiosos. Hay cosas nocivas al corazón o al alma, y traen consecuencias que nos afectan. Queramos o no, vivimos en un mundo en donde nadie se escapa de esas frecuencias positivas y negativas.
Muchos se habla en estos días de la energía positiva. ¿No se ha dado cuenta que no mencionan lo que es energía negativa? Y según ellos, nos quieren preparar para recibir lo bueno; pero, no alertan de los peligros que hay de lo que nos afecta negativamente. Es mas, algunos presentan sus conocimientos como positivos. Ahora bien, ¿Cómo se puede saber si ese conocimiento que tienen es verdadero? A lo mejor le van a transmitir algo negativo; y usted, engañado puede pensar lo contrario. Algunos dicen: “Si tu piensas que es malo, será malo para ti; pero, si piensas que es bueno, será bueno para ti.” Déjeme decirle: “La manera como pensamos no cambia la fuerza de lo que vamos a recibir del exterior.” Lo que es malo, es malo afuera y será dañino por dentro cuando cualquier persona lo reciba. Lo que es bueno afuera, también será bueno por dentro cuando se acepte en el corazón.
El dicho: “Ojos que no ven, corazón que no siente.” Aunque se refiere a ver, el dicho está generalizado a cualquiera de los sentidos. También podríamos decir” “Oídos que no oyen, corazón que no siente.” Por lo tanto, se puede aplicar a todas las capacidades que canalizan las dos corrientes o fuerzas, la positiva y la negativa. Porque, queramos o no, éstos traerán resultados. Por lo tanto, quiero tomar un tiempo para unas palabras que se enfocarán en la afección positiva que necesitamos.
El gran sabio Salomón expresó: “Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.” Eclesiastés 1:8. Que verdad tan tremenda, somos seres que buscamos la influencia exterior, y es la manera como vivimos, ya sea por lo bueno que miramos o escuchamos, o por lo malo que llega a nuestros sentidos. Cuando no te das por enterado de algo que sucede a tu alrededor, ¿Acaso te afecta? - Te das cuenta que no sufres, no te preocupa, no te atemoriza, no te afana. Sin embargo, si llegas a ver, o a escuchar algo por otros medios, sientes como aquello te impacta de la manera que sea, y quedas bajo esa influencia positiva o negativa de lo que viste u oíste.
Una de las influencias mas importantes es oír. Y oír no solo con los oídos del tímpano, sino de comprender y percibir el mensaje de lo que oímos. Jesús decía: “El que tiene oídos para oír oiga.” Mateo 13:9. A veces decía, también: “Oíd y entended.” Mateo 15:10. Hay algunos que aunque ven y oyen físicamente; sin embargo, lo que ven y oyen lo analizan, y pueden detenerse y cuestionar si aquello es bueno o malo, verdad o mentira; y eso los hace seguros, firmes, y fuertes. Nuestras ideas y creencias pueden cambiar de acuerdo a la manera en que oímos, y lo que oímos, percibimos y digerimos, puede cambiar nuestra manera de pensar y la forma de ver la vida.
Una verdad que hay en la Biblia, dice: “Porque por fe andamos, no por vista.” 2 Corintios 5:7. Y esto se complementa con lo que dice en otra parte: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Romanos 10:17. Por lo tanto, lo mejor que podemos hacer es leer y oír las palabras mas sabias que puedan ayudarnos a salir del ambiente negativo y del mundo en que vivimos. La mejor influencia que puedo recomendar; primeramente, es el mensaje de la Biblia. Lee, oye, pregunta, instrúyete y practica lo que dice la Biblia, y verás que cambios sucederán en tu vida. Después, escucha y convive con otros que han tenido esa experiencia, y éstos también podrán afectar positivamente tu diario vivir.
Ustedes no me dejarán mentir, hay tanta influencia negativa en el medio ambiente, que es difícil escapar de ello. Somos bombardeados por los intereses ambiciosos y mezquinos de otros, a través de todos los medios conocidos y por conocer. Por ejemplo: ¿Quiénes no han oído de lo que es el mensaje subliminal? - Esto se trata de mensajes que los sentidos no perciben en su totalidad, pero que influencian el subconsciente de todos los que son alcanzados por ellos. Se denominan también: Mensajes escondidos, y están a la orden del día.
Para mantener un corazón sano, sin afecciones negativas de dolor, sufrimiento y afanes, ¡Cuida tus sentidos!. Cuida esos canalitos que atraen todo aquello que está en el medio ambiente; y que son propensos a recibir cualquier cosa. Cuídalos y renuévalos con lo mejor de la bendición de Dios a través de sus palabras positivas y verdaderas. Tu mismo verás la diferencia.